La depresión se incluye dentro de los trastornos del estado de ánimo. Se trata de un
conjunto de alteraciones de estado anímico que pueden variar en un continuo cuyos extremos oscilan
entre el humor depresivo y/o el humor maníaco. También pueden darse juntos, tales polos afectivos,
en un mismo trastorno, por lo que estaríamos ante los trastornos bipolares.
La depresión tiene una alta incidencia en la sociedad y su repercusión, a
distintos niveles, es grande. Se observa una alta tasa de mortalidad en estos cuadros
psicopatológicos en comparación con otros debido, fundamentalmente, a la presencia de conductas
suicidas.
Al explicar e indagar en la etiología y descripción de los trastornos del estado
de ánimo y dada su naturaleza afectiva, es preciso adentrarse en la vida afectiva de las personas.
Así pues, al referirnos a la «vida afectiva» estaríamos ante un conjunto de tendencias y estadios
que cada persona vive de forma inmediata y propia: la sujetividad; estos estados influyen en la
conducta y personalidad: la trascendencia, fundamentalmente en su expresión: la comunicatividad. En
la psicopatología de la afectividad se realiza una investigación y análisis del sistema emocional
del sujeto y, dicho análisis, contempla diferentes aspectos: los sentimientos, el estado de ánimo,
el humor y las emociones.
En el caso de la
depresión
el aspecto conductual de la afectividad que está alterado es el humor o estado de ánimo. Sería el
aspecto más externo de la afectividad, que puede ser observado por los demás, aunque se experimente
de forma subjetiva. El sentimiento sería la experiencia subjetiva de la emoción y no va acompañada
de síntomas vegetativos. Sin embargo, la emoción es el tipo de respuesta afectiva que conlleva
síntomas de tipo somático; se trata de sentimientos muy intensos que aparecen bruscamente y duran
poco tiempo. Por otro lado, si nos referimos al afecto nos centraríamos en la parte de la respuesta
emocional de la persona en el momento actual y se refiere más a cambios que van fluctuando.
La respuesta emocional tendría tres componentes esenciales:
- Componente humoral.
- Componente conductual.
- Componente autonómico.
La integración de los tres componentes de la respuesta emocional se lleva a cabo
en los lóbulos temporales, concretamente en la amígdala. |