Una variedad de tipologías de tratamientos para la depresión de diversa índole pueden
aplicarse en la actualidad para tratar a los pacientes depresivos. Puede establecerse una
clasificación según el perfil del
tratamiento para la depresión
que quiera aplicarse: conductuales, cognitivos, psicofarmacológicos, etc. La tendencia en la
actualidad se centra en usar paquetes o programas de tratamiento que combinen diversos tipos de
técnicas terapéuticas.
Los objetivos esenciales que han de marcarse en la agenda del psicoterapeuta
serían siempre los de resolver los problemas del paciente de forma activa y adaptativa, por un
lado, y por otro tratar de recuperar las actividades habituales en la vida del paciente. Antes de
comenzar cualquier actividad terapéutica es preciso establecer una línea base del comportamiento
del sujeto para poder determinar en qué punto sintomatológico se encuentra, que tipo de conductas
desadaptativas tenemos que priorizar en sesión y que objetivos terapéuticos a medio y largo plazo
queremos marcar. Tras la evaluación inicial, habrá que seleccionar aquellas estrategias
terapéuticas que se consideren más adecuadas aplicar según las necesidades del paciente.
Tratamientos psicológicos para la depresión
Los tratamientos psicológicos eficaces para la depresión son: la farmacoterapia,
la terapia cognitiva, la terapia interpersonal y la terapia de conducta.
La terapia interpersonal se centra en el tratamiento de diversos aspectos
de tipo interpersonal de la
depresión.
Para esta formulación terapéutica habría que dirigir la terapia hacia varias áreas problemáticas
concretas:
- Los déficits interpersonales.
- El duelo.
- La transición de rol.
- Las disputas interpersonales.
La terapia cognitiva se centra en la modificación de pensamientos
erróneos o desadaptativos por otros que sean funcionales y positivos para el sujeto. Combina
estrategias cognitivas y conductuales que se aplican, principalmente, al principio del tratamiento
con personas que muestran un grave deterioro y están muy deprimidos. La relajación, el
entrenamiento en habilidades sociales o la programación semanal de actividades serían algunas de
estas técnicas conductuales utilizadas dentro del marco de la terapia cognitiva.
La terapia de conducta se fundamenta en el tratamiento conductual para
desarrollar y fomentar conductas, por ello se aplican programas para incrementar actividades
placenteras y programas para el entrenamiento y mejora de las habilidades sociales. Otro paquete
terapéutico combinado que se utiliza es el llamado «curso de afrontamiento para la depresión» (CAD)
el cual se centra en la programación de actividades agradables, la modificación de cogniciones, el
entrenamiento de habilidades sociales y los planes de vida.
Tratamientos psicofarmacológicos
Dentro de la terapia psicofarmacológica para la depresión pueden
aplicarse diferentes tipos de psicofármacos en función del tipo o la gravedad de la sintomatología
que se quiera tratar. Los tres tipos de psicofármacos
antidepresivos
más utilizados son los IMAO, los antidepresivos tricíclicos y los ISRS. Los IMAO son inhibidores
irreversibles de la enzima MAO, son muy agresivos porque destruyen la función de dichas enzimas
aunque, en la actualidad, se han producido avances en la síntesis de IMAO reversibles y/o
selectivos. Los
antidepresivos tricíclicos
(ATC) al ser aplicados de forma continúa en el tratamiento de la depresión provocan que los
receptores catecolaminérgicos neuronales se reduzcan. Por último, los ISRS o inhibidores selectivos
de la recaptación de serotonina tienen la misma eficacia que los ATC pero sin los efectos
secundarios de los últimos. |